3/2/13

Customizando muebles: episodio 1

Empiezo esta nueva entrada haciendo otra confesión: soy adicta a Pinterest. Es quizá el lugar en el que encuentro más inspiración de todo internet. Hay cientos de proyectos, tutoriales, ideas brillantes...y todo bien organizado por categorías. Un paraíso para el crafter.

Y es de Pinterest de donde he (hemos) sacado muchos de los proyectos para decorar nuestra casa. Tenemos una larga lista de cosas por hacer (un palé esperando a convertirse en una mesa, múltiples cajas de vino que algún día serán estanterías y un largo etc), pero para empezar nos decidimos por algo relativamente sencillo: pintar lámparas. En realidad una lámpara y un flexo.

Tenemos una paleta de colores muy concreta para el salón, por lo que se hacía un poco complicado encontrar esos tonos en lámparas de techo y de pie sin tener que pagar cantidades astronómicas. ¿Cuál era la solución? ¡Do it yourself! Así que recurrimos al ya ultra-archi-conocido Ikea para comprar las que más se adaptasen a nuestras necesidades y que reunieran las características idóneas para ser customizadas.

Hoy hablaré de la lámpara de pie. Esta cosa gris fea tenía en realidad un gran potencial porque, a pesar del color horroroso que le han puesto, la forma y los tornillos son muy chulos, aunque creo que la foto de Ikea tampoco da para apreciarlo mucho...

La idea era pintarlo de negro, sin más. ¿Fácil, verdad? En realidad en teoría no tiene mucha complicación, pero la práctica siempre es otro cantar. Lo primero y principal es hacer las reservas. Para esto la cinta de carrocero se convierte en nuestro nuevo mejor amigo, así como cualquier bolsa o plástico que pueda servir para tapar todo lo que no queramos pintar. Esto hay que hacerlo meticulosamente para evitar sorpresas indeseadas después.

Foto del work in progress

Como veis utilizamos pintura en spray. Es el mejor método para superficies metálicas puesto que deja un acabado muy pulido, pero en contrapartida es un poco engorroso de utilizar. Hay que tener un lugar aireado donde echar la pintura, ya que lleva componentes tóxicos, y además debe ser un lugar lo suficientemente espacioso para poder movernos y manejar la pieza en cuestión. También hay que llevar cuidado de aplicarla bien porque pueden quedar "chorretes" al estilo graffiti. Recomiendo coger un trozo de cartón o similar antes de empezar y echar unas cuantas veces para acostumbrar la mano a la presión de la pintura y calcular la distancia a la que mejor se puede "rociar" el objeto en cuestión. Hay que hacerlo a ráfagas cortas procurando no pasar varias veces por el mismo sitio.

Una de las mejores virtudes para este tipo de trabajos es la paciencia. Es mejor pintar una sola parte y dejarla secar completamente durante un día entero (sin meterle el dedo para ver si está seca) que pretender hacerlo todo de una, sobre todo en superficies complicadas como lo era este flexo que tenía tres varillas, el flexo y el pie, todo unido por el cable y lleno de reservas.

Unos pocos días después de pintar, dejar secar, pintar, dejar secar, retocar, echar barniz y quitar reservas este ha sido el resultado.


Estamos bastante contentos, a pesar de que podría haber quedado mejor en algunos puntos. Para ser la segunda vez que pintamos una lámpara (la de techo la pintamos primero) creo que está bastante bien.

¿Os animáis a probar? :)

2 comentarios:

  1. Me encanta! Es una idea fantástica, porque esos flexos-pixar tienen un aire como muy retro pero en las tiendas suelen vender los típicos sosainas plateados y es una pena! Yo me quiero pillar uno de mesa para mi habitación de escribir (o tal vez un par de ellos), así que ya te pediré consejo sobre cómo hacerles un buen custom que me pegue con el resto de la decoración >///<

    Pinterest es el lugar del mal xDDDD

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Gracias nena! <3

      La verdad es que sí, o son feuchos o valen demasiada pasta xDD De los de mesa suele haber más colores, pero si te animas a customizarlos yo encantada de ayudarte :)

      Eliminar