23/5/13

Punch Needle

Como ya predije en la entrada anterior, hace ya dos meses, he estado desaparecida a causa de una tonelada de trabajo que me ha tenido atada al ordenador día y noche. En un huequito que he tenido he decidido hacer una actualización para contaros mi experiencia con el punch needle y de paso no dejar este espacio tan abandonado.

Me apunté al curso online que ofrecía Wasel Wasel y no podría haberme gustado más volver a tenerla de profe. Explica las cosas de una forma muy amena y clara. Nos dio todas las lecciones del curso de golpe para que cada una pudiera avanzar a su ritmo, cosa que yo agradecí porque no tengo tiempo para cumplir objetivos semanales. Como no tenía ni idea de los materiales que iba a necesitar me compré el kit que ofrecía, que podéis ver en la foto (siento que todas sean de Instagram, no he podido sacar la réflex).

Me tocaron unos colores preciosos *__*

Después de leerme bien todas las explicaciones, me puse manos a la obra y comencé mi primer bordado. Este es el dibujo que elegí para probar. Un poco complicado, lo sé xD. Lo que hice fue repasar el dibujo original con un rotulador intenso y, después de dejarlo secar, calqué las líneas en la tela.



Me encantó lo fácil y sencillo que es trabajar con la aguja mágica, aunque al principio me pareció que la mía era demasiado gruesa porque me quedaban unos agujeros espantosos en la tela cada vez que pinchaba. Luego vi que volvían a su estado normal, así que supongo que era algo normal. También se me escapaban los puntos cada dos por tres, pero como todo, es cuestión de pillarle el truco e ir controlando la tensión.

Si conocéis la técnica sabréis que se caracteriza por dejar ese acabado como de toalla en el bordado. Bien, pues he descubierto que no me entusiasma xD. Me gusta si la textura lo pide, es decir, si el dibujo imita pelo o algo mullido o se quiere dar contraste entre una zona y otra. Para cosas así sí, pero para hacer todo un bordado...no sé, no me acaba de convencer. No me imagino los cuernos del ciervo, por ejemplo, con esa textura. Creo que me gusta más como un apoyo, un punto diferente que complemente al resto. Hay mucha gente que hace cosas preciosas solo con este punto de "toalla", pero yo creo que prefiero el plano de toda la vida, el que queda por el revés de la labor. Y es el que elegí para hacer mi bordado.


Todavía me queda terminar el delineado y rellenar, pero tampoco tengo claro si continuaré porque lo hice de prueba para el curso. Me ha servido de primer contacto con el punch needle y la verdad es que me ha encantado, aunque si tengo que elegir, me quedo con la aguja tradicional.

Por cierto, en los pocos ratos libres que tengo estoy trabajando en algo que me muero de ganas de enseñar, pero como es un regalo para una amiga no puedo decir nada más. ¡¡Ansia viva!!

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